Hablando en blanco y negro
Cuando el color está ausente, la magia aparece.

La fotografía en blanco y negro es una de mis favoritas, y mucho más cuando se trata de fotografía análoga, de rollo como muchos le dicen.
En mi muy personal opinión este tipo de fotografía te acerca más a la esencia de la foto, a la sensación que esta te puede generar. Tal vez porque no tenemos colores que nos distraigan y podemos concentrar nuestra atención en los detalles como texturas y contrastes; o prestar atención en las miradas, gestos, expresiones de las personas.
También es cierto que algunas veces puedes usar la foto en blanco y negro, para cubrir algunas fallas y darle un plus a una foto que en color no es nada espectacular.
No cualquier toma puede hacerse o editarse en blanco y negro. Hay que cuidar que la imagen tenga blancos, negros, y grises con buenos contrastes y no que parezca una mancha gris.
Hace algunos días comencé a revisar mis viejas carpetas fotográficas, y me reencontré con mis fotos favoritas. Son fotos en blanco y negro, hechas con con film y reveladas por mi, extraño mucho todo ese proceso artesanal del revelado y la ampliación. Pero bueno, de eso hablaré en otro post.
Qué porque digo que estas son mis fotos favoritas, la respuesta es muy sencilla: porque recuerdo lo feliz que me sentía al hacerlas. En esa etapa de mi vida fotográfica era más libre, más sensible, y no me dejaba llevar por lo que la gente opinara de mi trabajo. Yo solo iba por la vida cargando una cámara y esperando sentir ese mágico impulso de detenerme para fotografiar algo.
Amo los contrastes y las texturas que da el blanco y negro, la magia del film, y el aroma del revelador. Y extraño todo esto, espero pronto encontrar un rincón donde reencontrarme con todo este proceso.




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